ABSTRACT
En el ambiente individualista que respiramos en la sociedad no basta definir en el entorno de la universidad qué se enseña (what) o cómo se enseña (how) para evitar posibles conductas basadas en el mero “pasar unas asignaturas” o conseguir objetivos a cualquier precio que derivan en actitudes y acciones no lícitas. El concepto de “para qué” o “why” supone entender que la verdadera misión o rol de la Universidad va más allá de transmitir conocimientos. A partir de la “transcendencia”, los “valores” y los “competencias o recursos morales” pueden entenderse como tres ejes relevantes que ayudan a definir el actuar correcto de una persona. La transcendencia explica el “porqué” de una acción. Los valores dan pistas sobre el “cómo” alcanzar una meta u objetivo. Este trabajo supone abordar un giro importante en la universidad, que empieza por el modo en el que los profesores entienden la enseñanza. Erradicar la idea de impartir las clases, “permanecer” en el despacho durante las horas de tutoría, poner un examen, corregirlo, subir las notas y cerrar las actas para elevarla a una instancia superior basada en ofrecer a cada alumno un programa de crecimiento personal no debería ser una utopía.
KEY WORDS: Motivación, construir relaciones, corrupción, individualismo, competencias profesionales.
